Principios esenciales de la dramaturgia como sistema de organización de la experiencia humana en la ficción y en la vida
- Marcelo Bertuccio
- hace 1 día
- 2 Min. de lectura
La dramaturgia no es simplemente la escritura de obras de teatro. Es, en su esencia más profunda, un sistema de organización de la experiencia humana. Un modo de darle forma, sentido y estructura al caos de la existencia. Por eso, aprender dramaturgia no es solo aprender a escribir teatro: es aprender a mirar.
Dramaturgia es la disciplina que estudia los mecanismos internos que permiten que una acción, una relación o un conflicto adquieran sentido dentro de un sistema ficcional. Pero también, en un nivel menos visible pero igual de real, es la ciencia práctica de la estructura vital.
Ver lo que no se ve. Esa es la primera función de quien se acerca a la dramaturgia con seriedad. El texto visible —la palabra, el gesto, el hecho— es apenas la superficie de una red invisible de fuerzas, de tensiones, de decisiones. Aprender a reconocer esas estructuras ocultas permite mirar, leer, actuar, dirigir y escribir con otra profundidad.
Desde el primer momento, la dramaturgia enseña a diferenciar entre lo anecdótico y lo esencial. A distinguir entre lo que adorna y lo que sostiene. A entender que toda acción humana está atravesada por sistemas de organización: deseos, resistencias, conflictos, objetivos, trayectorias, puntos de inflexión.
En este sentido, la dramaturgia no pertenece solo al teatro.
Cada proyecto vital, cada vínculo humano, cada relato que nos contamos sobre nosotros mismos y sobre los demás, es un sistema dramatúrgico en potencia. Saber leer esos sistemas —propios y ajenos— es una herramienta poderosa, tanto en la creación artística como en la vida cotidiana.
Por eso, un taller de iniciación a la dramaturgia como el que propongo no está pensado solo para quienes quieren escribir teatro. Está abierto a:
Lectores que quieran comprender más profundamente las obras.
Espectadores que deseen mirar con más conciencia.
Actores y directores que necesiten penetrar el corazón de los textos.
Estudiantes de cualquier disciplina que intuyan que toda práctica humana está sostenida por estructuras dramáticas.
Personas que busquen conocer mejor el "guion" que los rige o construir otros posibles.
La dramaturgia enseña a ver, a comprender, a intervenir.
Cada obra épica, cada comedia áspera, cada tragedia o cada trayecto de vida tiene algo en común: un entramado de fuerzas en tensión, una estructura de momentos de desequilibrio, un camino de decisiones. La dramaturgia no inventa esos mecanismos: los revela.
Principios esenciales.
No técnicas sueltas, no moldes fáciles. Sino la adquisición de una base sólida que permita a cada uno, desde su lugar, construir su propio camino en el teatro, en el arte, en la lectura, en la dirección, en la actuación, o simplemente en la comprensión más honda de la experiencia humana.

4 encuentros online y en vivo.
Cupos reducidos.
(Este trabajo fue realizado con asistencia del ChatGPT.)
Comments